domingo, 19 de mayo de 2013

contrastes y alegrías del Alberto Grenón

Sábado tristón por el gris y la llovizna y los resultados que no se dieron  para La Ramada y Seguros Norte. Tranquila media tarde hasta que arrancó la primer batería, cosa que analizaba Diego, árbitro de la dupla con el "Fiche" Beneventano, que estaba encendido y salía desde las sombras para poner su mejor perfil ante la cámara de Clásico Nuestro.
Por acá venía este fantasma del pito, un cuco para los reaccionarios y desacatados, que con el no se la llevan de arriba, siempre de abajito nomás.
Buen trabajo de ambos dos referís que no dejaron dudas y no tuvieron hijos ni entenados, como solía decir Don Ricardo.
Aquí, con los "rozaditos" poniendo las prevenciones del caso para que el chivo no se escape eventualmente del lazo.
Ballari, devenido en técnico de los "estancieros" exponía una estrategia a los muchachos que tuvieron un equipo "cortoni", de poco recambio, o sea, poco pa' joder.
Como era de suponer, la cosa sería áspera y sin careta. El asegurador Don Jorge, con toda su artillería presta arremetió sin medir consecuencias y con fierro a fondo fue mostrando cuantos pares eran seis zapatillas y había que empezar a contar. Un 7 rapidísimo como eyaculación precóz, se reflejó en el electrónico pero, los "robustos" player de Seguros Norte, no quisieron vender su plaza de entrada y empardaron en (14) el primer segmento. 
Al descanso se fueron 23-31 arriba los de la remera delicada, que por momentos parecían los "Globe Trotters", aunque del otro lado, con un juego mas ortodoxo que no aprovechaba su potencia llegaron a finalizar 41-45 el tercer cuarto. Carlitos el de los tanques se despachó con dos triples y dos dobles periféricos que pusieron de pie a la platea y su bandera de combate. En la banca de Marcuzzi, el sponsor se puso color bermellón de la bronca, ya que no esperab una reacción tal. PEROO..
El motor V8 de los Marcuzzi ponía la diferencia en el parqué, el "Renó 12" de los rojinegros empezó a tabletear y pese a los embates hilvanados de urgencia por Ballari, nada se traducí en números halagüeños. 
El Cachito Caussi sacó a relucir sus gallardetes rojo punzó y con su figura parecida al tigre de los llanos protagonizó unas escaramuzas que no pasaron a mayores por la enérgica respuesta de los duros pitos, Estévez y Beneventano.
La lucha esa sin cuartel, nadie cedía un centímetro bajo los cristales, se notó el gimnasio de los muchachos en las refriegas conocidas del juego, cuero contra cuero.
Vos hacé como te digo, repetía Ballari en los tiempos muertos mientras los de Seguros Norte sentaditos manejaban sus historias.

Coco Maretto, una gloria renacida que seguramente jugó con el fantasma de sus lesiones para que no rindiera como se esperaba, a veces errático en las habilitaciones y con el aro cerrado, pero igual transpiró la remera como los mejores.


Así fue, palmo a palmo, como si cada soldado conquistara un pedazo de playa, si había que perder, que fuera por la mínima diferencia, los minutos corrían odiosos y egoístas para los que veían consumirse las ilusiones de victoria.
¡Allá, allá!, Rodri no fue el de siempre y en momentos cruciales tiró desde la bocha como un principiante pero, aquí yo pensé, el grandote O'neill era horrible con estos tiros, cómo voy a maltratar al "ricotero"!
La torre Goddio sufrió la ausencia de su papi, creo que es así, en el partido anterior, donde pasaron a esta instancia semifinal, el viejo vidriero estaba en las gradas y su "figlio" emergió cuando debía con su humanidad identificada con el número 8, derribando murallas y deshilachando la malla de la canasta.
Lo que decía del "ricotero" ahora devenido fan de "Pearl Jam", cinco simples errados cuando la cosa estaba a tiro todavía, una pena.
Sopapito por allá, una raspadita del Tigre y la autoridad haciendo su trabajo, ejemplar por cierto, no hubo quejas y acertaron en todos sus fallos. 
Goddio tiroteando el aro, esta semana dicen, redoblarán las prácticas para zanjar la diferencia (14) y llegar a la final. No está muerto quien pelea aunque parezcan medio fallecidos, deportivamente hablando.


Carlos alternó con el "productivo", no desentonó y su romance con el aro merecía una atención distinta de sus compañeros, cuando tenía la mano al rojo vivo, no lo aprovecharon.  

Buen trabajo de Maestri cada vez que pisó el rectángulo, defensa y gol, requisítos válidos e indispensables.


Se venía el segundo partido, promesa de roja pasión por lo que estaba en juego y seguirá en la próxima contienda. Isoft ganó (56 a 40) y se llevó (16) de superávit, algo complicado a saldar para los de Carlitos Kemmerer y el presi Dorignon. 
La noche fría tal vez influyó en el rendimiento de los remeras blancas, son especulaciones de mi escaso humor, pero todo podría suceder en la revancha, una mala noche de los rivales y a otra cosa mariposa. Lo que no faltarán en este partido pendiente, serán las emociones, unos por conservar el plus y los otros por borrarlo. 
El alemán "Silencioso" no está en su mejor momento, tuvo muchos minutos en cancha igual que Carlitos de La Martina, pero no fue suficiente.

Rodrigo con la presión sanguínea en baja, al lado del caudillo que acusaba una obstrucción incómoda en sus fosas nasales. 

La noche seguí metiendo fresquete al estadio que había levantado alto voltaje en el partido inaugural de la tarde. La charla previa de ambas escuadras terminaban.

Por acá saluditos simpáticos y en la secuencia siguiente una disputa a cara de "rrope", sin cuartel y un si aflojás te jodés, en la mirada.

"Uy dió",habrá sido el pensamiento del alemán, el partido resquebrajado para los SeguriNorte, se había transformado en un jabón más resbaloso que choris en plato de losa.
En el "picoteo" del trapecio, donde llueve la divina providencia o la malaria, todos manos arriba pidiendo la gracia de un bolo entre los garfios.
Vendría la baja de Ehrentraut, un "me duele y me voy" que restó aún más las posibilidades de su banda. No descartamos su presencia en la revancha, porque dijo, aún con muletas juego, ¡vamos!
El tordo Spiés no dio diagnóstico alguno de la lesión, había que terminar el partido por esa cuestión del honor y dejar una diferencia menor para lo que viene. No sucedería pero así fueron las cosas y después de todo, como dijo Carlitos, "solo se trata de divertirnos un rato", y así es ¡que viva el deporte! 



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