Clásico Nuestro: Por la 4ta fecha del Grenón ganaron los boy's Voba

La imagen de "Carancho" quedó como "tapa" en auxilio de mi pifiada en una borratina involuntaria, del equipo "Pollero". En la próxima le sacaremos un compendio de fotos para que el "moco" quede en el olvido. En una noche corta con un solo partido ya que el sábado irán tres seguidos como cachetada de loco, Vobavox se impuso con su equipo muy reducido, apenas seis integrantes, a la legión del "bocón" que pese a su banco exagerado y con algunas figuras superlativas, no pudo con el tránsito veloz de los "boy's". Hoy no tuvieron la mano sensible de Kolino, frío, diría insípido y amarrete, que faltó a la cita con sus seguidillas acostumbradas de tiros desde los 6,25 (¿era así?).

Del otro lado las cosas no iban mejor en este aspecto, con su paso cansino, salvo el rubio de Nelson que ponía otro ritmo al ataque de Pollos LH. Missio "el Katana" no tuvo la mano de seda de otros momentos, ni tampoco la tuvo en la medida de lo esperado el mánager y dueño del equipo verdiblanco, que no pudo sacar a relucir sus medallas históricas y se quedó a media agua cuando apretados los chicos "Voba" estuvieron a punto de perder el tren, desconcertados por la levantada a los ponchazos y alaridos de los "maduritos".

La mesa a cargo del ricotero Schmidt, el joven Engler más un pibe en la tríada, afirmaron cada fallo y no pifiaron con los números finales. Lo que se dice una combinación perfecta, igual que los pitos, el "Bene" y el negro Roy que manejaron el partido sin despeinarse.

Esta imagen tempestuosa no es producto de una agresión al fotógrafo sino que este servidor no estaba en el sitio correcto para apuntar su lente y el "once" casi se lo lleva puesto contra el paredón. Todo bien, jaj

Pasámela a mi gritaba Leo cuando los de la camiseta "delicada" había estirado el margen de ventaja a 10, De todas formas el 13 protestón no tenía tela en el pantalón para cambiar las cosas por esos minutos y sus tiros ni sus gritos asustaban a nadie.

Aquí la expresión lo dice todo, presencia en la pintura pero la pelota en cualquier parte, menos en sus manos y lejos de la red que fue bastante piadosa y se abrió a su momento para que pasaran al frente escribiendo un hálito de esperanza que en el final, con un doble del mismo patrón desplumador, terminó a solo un punto del registro ganador. (46 - 47)

Lo seguimos con "mira fina" a Leonardo pensando que sus blasones pudiesen resucitar y así poner una alegría en la tabla de puntos pero, su figura no aportaba dividendos en una estrategia lenta y errática que se fue derritiendo como helado de agua. ¡Vamos campeón!