Tal vez no era su tiempo, o la gloria no estaba "formateada" en sus ideas. Pero peleaba y en la región despertaba una atención fuera de lo común, que lo elevaba.
Pero la fortuna suele ser esquiva y cae en el cielo de unos pocos, en los que tienen "ese poco más" que hace falta para juntar lo que otorga la fama, y algunos llaman dinero.
Amigo de la guitarra y el canto, hoy sigue por nuestras calles recogiendo afectos, palmadas y el ¡chau campeón!, que seguro le sacude el corazón como si estuviera peleando el último round por un cinturón. El se retiró siendo titular mundo hispano, y regresó a boxear casi sin entrenamiento en una noche televisiva de Buenos Aires. Ese día cayó, hizo como que acusó un golpe pero, los que miramos bien nos dimos cuenta que dejó el triunfo en manos de un rival a quién hubiera vencido sin esfuerzo estando en mejores condiciones.
No recuerdo cuanto pasó y le pregunté de aquella derrota con alguien que no podía superarlo, y que apuró el resultado para bajar del cuadrilátero para no recibir la afrenta de un festejo contrario. "Sabés por qué fui a combatir sin estar a punto, habiendo colgado los guantes? - me preguntó sabiendo que detrás me tiraba la respuesta - el retiro era un hecho, estaba cansado del gimnasio pero, me ofrecieron una bolsa que no pude despreciar, y fijate con ella pagué el techo de mi casa".
Una razón contundente del viejo guerrero, compositor de canciones, del laburante que nunca dejó de ser, y que siendo motivo de entrevistas y notas por contar de cierta repercusión nacional y su puesto en el ranking, seguía corriendo detrás del camión recolector.
Recuerdo la noche de Unión, cuando vapuleó a Condorí, ex campeón mundial o aquella otra en que estando en una parrillada de Cosquín donde cantamos por el almuerzo, de pronto se acercó un muchacho con delantal de asador que nos dijo, "ustedes son de Esperanza, quiero que le lleven mi saludo a Pototo Paniagua, con él combatí una vez y me ganó, díganle que soy el hermano de Santos "Falucho" Laciar".
Texto y dibujo de José López Romero.
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